sábado, 26 de marzo de 2016
miércoles, 23 de marzo de 2016
En los ojos de la muerte.
lunes, 21 de marzo de 2016
Suspiros
Suspiro, que se escapa de la boca del que no puede esperar más.
Suspiros, fríos, que rozan los árboles en invierno.
Suspiro, del tardío al llegar a tiempo.
¿Cuantas veces nos habremos sentido así y hemos suspirado?, ¿cuantas veces nos hemos sentido ahogados y hemos desatado nuestra garganta expirando un suspiro?
¿Cuantas veces hemos preferido suspirar para expresar la situación en vez de hablar?
sábado, 19 de marzo de 2016
STORMS DON'T LAST FOREVER.
Ahora que sé cuanto brilla la ultima luz que ven tus ojos, no quiero volver a verla jamás. Ahora que sé cómo se siente el hecho de notar cómo tu cuerpo deja de responder, no quiero volver a sentirlo jamás. Y después de que se pasará mi vida entera ante mis ojos, quiero seguir sumándole recuerdos y que cuando llegue el verdadero día, poder verlos pasar con orgullo. Porque ahora que he sentido la sangre brotando de mi cuerpo y las lágrimas emanar de mis ojos , sé que verdaderamente no quiero dejar todo esto. Que aunque lo veas oscuro sigas imaginando el claro en medio de un frondoso bosque, porque lo encontrarás. Créeme, porque lo conseguirás, pero sobre todo créete a ti mismo, porque tú eres el que realmente sabe que puede hacerlo. No optes por el lado fácil, cuando llevas toda la vida complicándote. Que si va a ser lo ultimo que hagas, esfuérzate para no arrepentirte de ello. Quizás estas letras son algo tétricas, pero todos debemos admitir que estas ideas han rondado alguna vez por nuestra cabeza. La magnífica idea de acabar con todo, victoriosamente según tu parecer, de decir adiós sin más y no volver, sin excusas ni explicaciones algunas. Pero cuando te hayas ido jamás podrás regresar, porque ya no habrá nada a lo que regresar y tampoco habrá nada a lo que volver a ser, ya no existirás. Aunque algunos matarían porque lo volvieras a hacer y regresaras a ser quien eras, solo serán deseos, nada más. Valora lo que tienes, cada pequeña cosa. Recuerda todo lo que te haya hecho sonreír alguna vez y también todo lo que te haga sentirte orgulloso de ti mismo.
Vuelve a enumerar todas las cosas que te propusiste y no llegaste a hacer. Toma decisiones y avanza. No dejes de avanzar jamás, confía en ti y no hay más. Vas a conseguir todo y más. Porque toda esta vida es nuestra propia obra de arte, y cada uno tiene un estilo realmente diferente, cada una distinta de cualquier otra y finalizará cada una de una manera, por un motivo o causa distinta. Unas más llamativas que otras. Cada una con su debido tiempo y su propio significado. Cada una con un autor. Porque la vida es arte y los momentos son miseras ideas con las que comenzar a llenar el papel, todo depende de como lo desees plasmar en él.
jueves, 17 de marzo de 2016
Lo que nos queda.
No soy capaz de escribir en este momento nada y aún así lo intento. En este intento de exprimir mi mente y sacar algo bueno de ella, cuando solo la rondan miles de problemas. Estado incomprensible de la mente del ser humano, donde buscas en la propia información que tu mismo posees y no encuentras nada. Cuando tu instinto camina con los ojos vendados hacia un final que no existe, con preguntas que no serán jamás respondidas y respuestas a las que no sabes muy bien que preguntas les pertenecen. Cuando sabes que te estas perdiendo a ti mismo, ¿qué hacer con ello? Si lo más valioso que posee alguien en la vida es su mente, donde esta todo lo que tiene un valor incalculable: tu personalidad, tu imaginación, tus sentimientos, tus pensamientos... Si uno mismo puede perderse, ¿qué le queda entonces?
Supongo que nada, no soy capaz de recapacitarlo verdaderamente como me gustaría, porque me encuentro en esta cárcel por perder lo único que verdaderamente era mio y estoy condenado a cadena perpetua por fallarme a mi, y de verdad que me arrepiento y juro que no se como fue. Yo no quería, tan solo pasó e intento buscar respuestas y ser capaz de realizar preguntas pero si no se quien soy ya, ¿cómo conseguirlo?
domingo, 13 de marzo de 2016
El bucle de la superficialidad
lunes, 7 de marzo de 2016
domingo, 6 de marzo de 2016
Transición.
Alguna vez, en algún momento de vuestra vida, ¿os habéis parado a pensar en que pasará cuando tengáis que dejarlo todo y marcharos? Seguro que si, venga ya, casi todo adolescente esta deseando largarse de casa de sus padres y cuanto antes mejor. La necesidad de no depender de nadie, de sentirte libre, de aprender por ti mismo, suena tan bien ... pero claro, habrá gente que no piense lo mismo, que tenga su vida planificada junto a sus padres, en su ciudad y con sus amigos de toda la vida. Porque les espanta lo nuevo, lo curioso, les asusta verses solos ante el peligro pero, ¿y a quién no? A todos nos aterroriza vernos solos en la vida.
Esa época de cambio de aires, de transición, la veo realmente necesaria en la vida de una persona. Coger un puto billete de metro y largarte de todo lo que conoces, para empezar de cero. Con el tiempo suficiente para conocerte a ti mismo y para que te conozcan sin que te puedan juzgar por errores del pasado, errores de los que aprendiste y no cometerás otra vez. Es como volver a vivir.
Centrándome en la vida de un adolescente en el ultimo curso de secundaria, comencemos:
Tu vida esta mejorando por momentos, tienes 17 en camino de los 18. Estas dando todo de ti en tus estudios, por tu futuro, porque aunque cueste merecerá la pena. Era todo lo que estabas esperando , tendrás la prueba de acceso a la universidad en un par de semanas y has sacado ya todas tus maletas del armario de los trastos. Estas empaquetando ya tus cosas, dándote cuenta de que tenías cosas que ni recordabas, rememorando toda tu vida en momentos instantáneos gracias a tonterías que te recuerdan a ellos. Tienes tres mil y una listas de todo lo que tienes que llevarte, aunque habrá que elegir, no puedes empezar una nueva vida cargando con casi 18 años de historia a tus espaldas. Algunas fotos, tus medallas o diplomas, amuletos u objetos a los que les tengas afecto, tu ropa y poco más. Seleccionar los campus en los que quieras estudiar, rellenar solicitudes, buscar casa. Hasta que llega el día, cuando te das cuenta te has graduado y ya vas medio ciego con la última copa que te beberás en aquel lugar, en tu última fiesta con todos tus amigos y conocidos.
Llegan las despedidas, algunas más difíciles que otras, pero a pesar de todo lo que dejas atrás, de que te vas solo a un lugar que desconoces cuando no sabes poner ni la maldita lavadora y acabarás viendo tutoriales en YouTube de hasta cómo fregar los platos. Supongo que, respecto a despedidas, tener que irte a un lugar diferente que tu pareja y además lejos es lo más difícil ,pero es por tu futuro, cariño, el ligue del instituto no debería durante toda la vida y si es así, volveréis.
Abres tu propia puerta, con tus propias llaves, después de un viaje agotador, acarreando con tus pertenencias, sola y a saber muy bien donde. En ese instante, eres la persona más feliz del mundo, eres una nueva versión de ti mismo. A parte de que ahora podrás hacer todo lo que tenías prohibido , estudiarás lo que realmente te gusta y tu mismo has elegido, que aunque estés más perdido que nunca, te sientes bien. Todo esto lleva a las fiestas, a los amigos que seguramente vayan a permanecer en tu vida a partir de ahora y a la peor parte de todo esto, matarte a estudiar. Pero eh, es a lo que has venido y además, todo lo otro bueno lo compensa, ¿no crees?
INVISIBLE G.



