domingo, 10 de abril de 2016

Ciegos

Ahora que vuelves, no del todo como antes, pero vuelves, todo va como debe ir. 
En mi cabeza ya no resuena tu nombre al pensar en cualquier manera de hacerte volver.
Porque has vuelto, y el vacío de mi pecho se ha llenado con ello al completo.
Has vuelto y ahora sé que eres tú, todo lo que necesito y he necesitado, porque no hay persona en el mundo que encaje de tal manera conmigo.
Lo queramos o no, nuestra historia siempre va a estar grabada a fuego en nuestras cabezas y si me arriesgo podría decirse que incluso en nuestros corazones. 
Lo queramos o no, siempre va a haber chispas entre nosotros, conexión, atracción... o como sea que quieras llamarlo. Pero ambos estamos tan ciegos, mi amor, que ninguno jamás se dará cuenta de la falta que mutuamente nos hacemos. Aunque nuestros corazones lo griten mil veces al día y hagan que todos los kilómetros entre nosotros se destruyan, creando así un mundo en el que estemos tan solo tú y yo, nuestros cerebros siempre tendrán miedo. Miedo a que, como los ilusos que somos, volvamos a hacernos daño, completamente ciegos, apuñalando a diestro y siniestro nuestros indefensos cuerpos controlados por el amor. Por el primer amor. aquel que jamás olvidaremos y nunca sabremos como recuperar, porque ambos jamás veremos la verdadera falta que nos hacemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario