domingo, 5 de marzo de 2017

Why you and not me?

Recuerdo el color de tus ojos, como el primer día. Como si no hubiera pasado tiempo alguno desde la primera vez que los vi, desde la última vez que tuve ocasión de verlos. Y aún, siento la sensación de estar volando cuando los recuerdo.
Tú siempre serás la única persona de este mundo capaz de hipnotizarme cada vez que me miras, de hacerme viajar a otro mundo, cuando te miro.
Y verdaderamente me rompe el alma, aún más, no tener más oportunidades para contemplarlos. Más noches para ver cómo caen rendidos y se pierden, más mañanas para verlos nacer y hacerme revivir. 
Mi cabeza no para de buscarlos entre la multitud.
No es consciente, de que es imposible, de que no hay otros como los tuyos. No hay nadie como tú.
Quizás, simplemente, te busco a ti, aunque sepa que no aparecerás. Que no volverás. Que no vendrás cuando menos lo espere para abrazarme, está vez no.
Aún así, te busco, te imagino, en cada una de las ciudades que visito. Que visitamos. Y algunas nuevas, en las que te imagino recorriendolas conmigo.
Te juro, que jamás he dejado de quererte.
Que jamás dejaré de hacerlo.
Porque siempre vas a ser mi mitad, la mejor persona que jamás he llegado a conocer y por supuesto, el amor de mi vida, de todas mis vidas...
No soy capaz de volver a casa, todo eres tú. Todo me recuerda a ti, tú estás en cada rincón u ocupando toda la cama. Tu presencia está en la cocina cada mañana esperando con café. Está en el balcón fumando un cigarrillo. Está colocando los adornos navideños o tratando de encender la chimenea del salón. Estás a mitad de las escaleras esperando sentado. Estás en el desván sonriendo junto a los álbumes de fotos.

Para mi, allí, el sol ya no brilla sin ti y los días son fríos. Me congelo sin ti, me siento vacía, fría, helada, congelada, al borde de la muerte cada segundo. El invierno al fin, llegó a mi corazón. Un invierno eterno, desde que te fuiste. Porque te llevaste la primavera contigo, para siempre, y te la regalo. Al igual que te regalé cada una de las anteriores. Cada vez que llegabas con flores, con tulipanes y rosas, yo ya tenía mi primavera, mi verano e incluso el otoño. Ahora que ya están marchitas, que ya no volverán, que tu tampoco volverás. Solo queda el invierno, los copos de nieve me hacen cada día un vestido nuevo. Cubren mi pelo e incluso mis pestañas. Ya no siento el frío de la nieve helada engulléndome.
Ya no siento nada sin ti.
Ya no soy ni yo sin ti.
Ya no me reconozco sin tenerte a mi lado.
Ya no puedo seguir caminando, sin coger tu mano.
Ya no puedo seguir.
No puedo dejar de recordar, como te fuiste.
El primer día de primavera.
Uno de esos días de los que volvías a mí, como tú tan solo sabías hacer y que, finalmente, nunca lograste. Nunca logré.
Porque te fuiste para siempre, a un sitio en el que no puedo ir a buscarte, a un lugar donde no te merecías ir.
En todo caso, yo. Porque dime.
Dime, joder, dime.
¿Que hago sin ti
Rest in peace.

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