No soy capaz de escribir nada decente.
No por nada, tan solo por sentirme algo mas inteligente.
Tan solo por sentirme bien con mi mente.
Pero que va, no salen las palabras, no conquisto a la gente.
¿Qué gente? Si nadie quiere leer tu presente.
No pierdo la esperanza, confío en lo que me dice mi mente.
Algún día me leerá hasta el presidente.
Sí, quizás, en el día de mi muerte.
¿Qué muerte?
Si mis letras no mueren,
si estarán hasta el final presentes.
Cuando me pudra bajo tierra o me incineren,
tendré tiempo para soñar con lo inexistente.
Inexistente seré en no sé cuánto tiempo, pero da igual,
no le tengo miedo,
me la juego con el parapente.
Me rio en la cara de la muerte,
Que aunque me lleve,
cuando sea,
Yo sé que seguiré en tu mente.
Me siento orgullosa de quererte,
contigo me es suficiente.
Estas letras no son nada eficientes.
Mis notas no son tampoco muy diferentes.
Yo que sé,
qué sé yo,
si me iba a poner a estudiar y he acabado escribiéndote.
jueves, 24 de noviembre de 2016
Poemizate.
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